Y CON USTEDES EL OBLIGADO PERDEDOR

|
Hubo un tiempo en el que creí que era la mujer perfecta, en el que creí que cualquier hombre sería el más afortunado si lograba estar conmigo y cualquier mujer querría ser yo o al menos ser mi amiga. ¡Lo tenía todo! (o al menos eso pensaba) Pero entonces él me cambió, me sustituyó por otra chica, por alguien que representa todo lo que detesto en esta vida, por alguien que es todo lo que yo he luchado por no ser, pero a final de cuentas por alguien más, alguien que no era yo.

Y ese “insignificante” hecho marcó parte de mi vida, porque me quitó la falsa seguridad en mi misma que me había construido, y me trajo de vuelta al mundo real. Al mundo en el que sólo soy una chica entre millones, y una chica que lleva las de perder porque no soy como ella, porque tengo sueños y convicciones propias, porque cuando me enamoro yo ofrezco unir mi camino al de alguien más y no abandonarlo para seguir el de otro, porque ni enamorada convierto a otra persona en mi mundo. Y por eso hoy tengo miedo, no de la soledad que se ha vuelto mi amiga, sino de que nunca pueda repetir esa fascinante experiencia a la que llaman amor, de no encontrar a nadie que diga al verme: “ella es!”, de no tener un amigo con quien compartirlo todo y de que éste maldito sentimiento de inferioridad y terror a la vida y al mundo no se vaya nunca (sí, lo sé, qué estupidez, le tengo miedo al miedo ¬¬). Y de sentir siempre en el fondo de mi corazón que ella fue, es y será siempre mejor que yo. (que cualquiera lo es)

0 comentarios:

Publicar un comentario