MI SOLEDAD

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Nunca me ha molestado la soledad. Si he de ser sincera siempre la he buscado cual si fuera imprescindible como respirar en la vida. Se ha convertido en una necesidad, en mi necesidad. Y tal vez por lo mismo me ha ¿impedido? (si es que puedo llamarle de alguna manera) involucrarme de una manera ¿profunda? con otra persona. De hecho, aun cuando se supone he llegado a ¿intimar? con muy pocas personas al grado de compartir de mi vida detalles que no suelo dejar al descubierto, nunca (nunca, nunca pero en serio nunca) he dejado (aunque tal vez si he querido) que alguien me conozca del todo, que alguien (quien quiera que sea y cualquiera que sea la relación que mantiene conmigo) me conozca del todo y sepa lo que pienso aun cuando no lo digo (ni lo quiero decir).
A decir verdad, estoy firmemente convencida de que, conscientemente o no, siempre marco un límite para cada persona que conozco que no debe ser cruzado. Siempre, y en la relación de cualquier tipo que he establecido con otras personas, ha habido las cosas que guardo para mí y sólo para mí, lo que es mío y no comparto. No sé si es bueno o es malo, y en realidad no me importa, porque no planeo juzgar mi vida de esa manera, sólo quiero comprender por qué pasa y cuáles son sus consecuencias. Y no para controlarlo, sino para trascenderlo. Puede que sea una meta inalcanzable, pero nada me impide al menos intentarlo.

STANDING HERE

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El tiempo se paró por un momento (que pareció una eternidad) para dejar al descubierto mi absurda realidad. Que sigo siendo la que soy pero diferente. Enfrentándome a lo mismo pero de distinta manera. Taaaaaaaaaan rara la vida es...

IMAGINAR

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Siempre hemos creído que existe una verdad absoluta, o más bien, siempre nos han hecho creer que existe una verdad absoluta, pero ¿y si imaginamos que no la hay, si imaginamos que puede haber entonces verdades alternas, y tantas realidades como personas hay en el planeta? ¿qué pasaría entonces? Pues muy probablemente, el resultado de nuestra audacia nos haría ser catalogados como locos, y en eso quedaría nuestra imaginación, en locuras irrealizables.
Pero si salimos un poco de lo que es considerado “racional” encontraríamos el por qué de lo peligroso que puede resultar imaginar, soñar, pensar por uno mismo: “la imaginación es subversiva”. Y he ahí el gran problema de imaginar, porque si imaginamos en un mundo en donde ya todo esta dicho, en donde ya todo esta hecho, estamos atreviéndonos a pensar que lo que hay no esta bien o incluso que podría estar mejor. ¿Y qué es lo malo de eso? Que hay personas a las que si les conviene el orden en el que están las cosas y la forma en que todo se mueve. Y son, precisamente esas personas, las que tienen el poder de influir y hacerle creer a la gente lo que quieren que crean.
Por tanto, no debemos olvidar que tanto la verdad como la realidad social son, en sí mismas, constructos sociales, cada una es un devenir que se forma en la historia del hombre; y como la historia del hombre cambia y evoluciona, la verdad y la realidad social también lo hacen. Argumentos que nos llevarían además a comprender que nosotros mismos somos los creadores de la verdad y la realidad social y por consiguiente hasta de nosotros mismos, nos llevaría a descubrir que somos amos y señores de nuestra persona y que tenemos que empezar a hacernos cargo de lo que somos y de lo que pensamos.
Hay que abandonar entonces el camino de las imposiciones, el camino de las certezas, en donde ya no hay cabida para las dudas ni las opiniones, las sugerencias ni las reclamaciones, pues todo pretende tener una razón “natural” de ser, y todo es como es porque debe ser así. Creo que Foucault lo dice mejor que yo: “Quizás el objetivo más importante de nuestros días es descubrir lo que somos [lo que somos por imposición], pero para rechazarlo”.
La imaginación es nuestra salida, y no tenemos que hacer más que alimentarla de deseos, de ideas, de lo que queramos pues “la imaginación sólo puede viajar del lado de la libertad”. Y donde haya libertad, siempre habrá quien imagine la realidad de otra manera.
Y es que uno de los más grandes placeres del hombre es precisamente soñar, imaginar lo que podría ser en lugar de conformarse con lo que es. Y lo menos que deberíamos hacer en tiempos como estos que limitan nuestra capacidad de razonamiento es dejar de imaginar y construir nuestra propia utopía.

WISE WORDS

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"A clean break is easier. You can reset it, and it heals, and you move on, but if you leave things messy, and things don't get put right, then it just hurts, for ever."
(Little Black Book, 2004)
Tal vez esa era la única verdad que necesitaba escuchar para dejar ir mis esperanzas y continuar con mi vida hecha pedazos, sabiendo que si movía esos pedazos nada iba a cambiar, que él y yo no estaríamos juntos otra vez si levantaba y ponía los cachitos de mi vida en donde me placiera y que yo podría (y tenía que) seguir adelante, con todo y sin nada. Pero opté por creer que algún día mi final de cuento de hadas sería con él. Así que duele, pero espero que no sea para siempre...


Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
(Pablo Neruda)

EL LABERINTO DE LA SOLEDAD

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"Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo nuestra vida. Por eso cuando alguien muere de muerte violenta, solemos decir: 'se la buscó'. Y es cierto, cada quien tiene la muerte que se busca, la muerte que se hace. Muerte de cristiano o muerte de perro son maneras de morir que reflejan maneras de vivir. Si la muerte nos traiciona y morimos de mala manera, todos se lamentan: hay que morir como se vive. La muerte es intransferible, como la vida. Si no morimos como vivimos es porque realmente no fue nuestra la vida que vivimos: no nos pertenecía como no nos pertenece la mala suerte que nos mata. Dime cómo mueres y te diré cómo eres." (Paz, 1999)


Y entonces me pregunto yo ¿es acaso que moriré de aburrimiento? ¿de ansiedad? ¿o de mi incontrolable angustia existencial? Porque, sin lugar a dudas, no me gustaría que mi muerte reflejara que nunca viví "la vida que me tocaba". Que todo, como siempre supuse dentro de mis más grandes temores, fue la peor mentira: que viví la vida que no era mía.

POBRES ALMAS EN DESGRACIA

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De verás me sorprende la sabiduría de las canciones de Disney:


"- No se puede recibir sin dar nada a cambio

- Pero yo no tengo nada que….

- No es mucho lo que pido, lo que quiero es tu voz

- Pero sin mi voz como...

- Eso no importa te vez muy bien
No olvides que tan solo tu belleza es mas que suficiente
Los hombres no te buscan si les hablas
No creo que los quieras aburrir
Alla arriba es preferido que las damas no conversen
A no ser que no te quieras divertir
Veras que no logras nada conversando
A menos que los pienses ahuyentar
Admirada tu seras si callada siempre estas
Sujeta bien tu lengua y triunfaras Ariel!"



Lo que más me llama la atención es que, efectivamente (y si mal no recuerdo), la sirenita no necesito de su voz para conquistar a su príncipe azul...

Y CON USTEDES EL OBLIGADO PERDEDOR

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Hubo un tiempo en el que creí que era la mujer perfecta, en el que creí que cualquier hombre sería el más afortunado si lograba estar conmigo y cualquier mujer querría ser yo o al menos ser mi amiga. ¡Lo tenía todo! (o al menos eso pensaba) Pero entonces él me cambió, me sustituyó por otra chica, por alguien que representa todo lo que detesto en esta vida, por alguien que es todo lo que yo he luchado por no ser, pero a final de cuentas por alguien más, alguien que no era yo.

Y ese “insignificante” hecho marcó parte de mi vida, porque me quitó la falsa seguridad en mi misma que me había construido, y me trajo de vuelta al mundo real. Al mundo en el que sólo soy una chica entre millones, y una chica que lleva las de perder porque no soy como ella, porque tengo sueños y convicciones propias, porque cuando me enamoro yo ofrezco unir mi camino al de alguien más y no abandonarlo para seguir el de otro, porque ni enamorada convierto a otra persona en mi mundo. Y por eso hoy tengo miedo, no de la soledad que se ha vuelto mi amiga, sino de que nunca pueda repetir esa fascinante experiencia a la que llaman amor, de no encontrar a nadie que diga al verme: “ella es!”, de no tener un amigo con quien compartirlo todo y de que éste maldito sentimiento de inferioridad y terror a la vida y al mundo no se vaya nunca (sí, lo sé, qué estupidez, le tengo miedo al miedo ¬¬). Y de sentir siempre en el fondo de mi corazón que ella fue, es y será siempre mejor que yo. (que cualquiera lo es)

INSIGHT

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A mi derecha una pareja, a mi izquierda una familia de padres jóvenes y niños pequeños, enfrente de mí un grupo de amigos, y yendo y viniendo una señora que no paraba de grabar la caminata de su perro obeso. Todos ellos gozaban de la calidez que brinda la noche para construir nuevos recuerdos y reforzar sus respectivas relaciones. Y ahí estaba yo que, a diferencia de cuánta persona presente en el lugar, estaba sola. Y ¿a quién esperaba? Esperaba al tiempo, esperaba que pasara y me diera las respuestas, que trajera nuevas cosas y que lo limpiara todo. ¿Y qué fue lo que encontré? Me encontré ahí, en medio de todos y en medio de la nada, escuchando esa pequeña voz que no oía desde hace mucho tiempo y que creía me había olvidado, y entonces lo entendí, las cosas sucedieron al revés y yo me había olvidado de ella. Perdida en mis pensamientos, la escuché, me escuché, y fue tan reconfortante que era como caer en cuenta de todo en lo que creía, de recordar mis sueños, mis ideales y, por extraño que parezca, encontré en mí el hombro para llorar, la voz de la experiencia que me regañaba a la vez que me motivaba y animaba para continuar por el camino que había elegido y que en momentos de no muy buena gana estaba forjando. ¡Qué alivio y qué gran tranquilidad! ¡Era justo lo que necesitaba! Mmm, pero como todo en la vida, acabó, el tiempo llegó y era momento de regresar al mundo que tenía enfrente, fingir que estaba ahí por motivos cotidianos, una cita, con amigos, con mi familia, con quien fuera, pero una cita. No importa, tal vez debería hacerlo más seguido, salir como loca sin rumbo ni destino tan sólo para estar conmigo y con nadie más que conmigo y así escuchar todo lo que tengo que decirme porque, de entre todo, eso es lo que más necesito oír.

INSOMNIO

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Doy vueltas en la cama y no puedo conciliar el sueño. Un borrego, dos borregos. ¡No puedo dormir! ¿Será el estrés, las preocupaciones o simplemente el maldito calor que se siente lo que no me deja dormir? ¿Y será lo correcto el venir aquí y tratar de vaciar un poco mi mente enfrentándome a lo que he evitado por meses escondida en esta apatía? Sea lo que sea puede resultar en dos cosas: una que me dé sueño y logre dormir finalmente o que me escuche un poco en mi monólogo y tal vez, sólo tal vez, sea capaz de entenderme mejor y encontrar pequeñas soluciones que me den una salida a éste terrible hastío.
Y entonces ¿cuál es mi problema? Si he de ser sincera, hace no mucho tiempo creía que mi problema era no saber que quiero de la vida, estaba casi segura de que no tenía ni idea de qué era aquello que haría me apasionara por vivir y se convirtiera en mi sueño a aterrizar y mi destino a construir. Pensaba que mi crisis, o mejor dicho mis crisis, eran todas consecuencias de una etapa en la vida, de mis años de adolescencia, de algo que se llevaría el viento con el correr de los años. Sin embargo, cuando el tiempo siguió con su ineludible marcha y después de innumerables acontecimientos, por un momento considerable creí (con temor, he de confesarlo) que lo que se había llevado no habían sido mis crisis y con ellas mis angustias, sino más bien mis sueños y con ellos mis esperanzas. Con tristeza llegué a creer, e incluso aceptar, que lo transitorio y pasajero eran mis sueños y mis ilusiones (¡pero qué equivocada estaba!). Empecé a conducirme entonces, como un zombi por el mundo, como uno más entre tantos, pensando que a cada paso iba perdiendo mi esencia, lo que me hacía realmente ser YO y, más aún, que ese camino debía de ser el único camino. Lo que no parecía notar era que no estaba perdiendo mis sueños ni mis esperanzas, sino mis fuerzas, aquella fortaleza que me hacía querer alcanzar lo inalcanzable. En realidad, después de reflexionar al respecto, sentí que era inútil luchar contra una corriente que por mucho me rebasaba, pero aun así me negaba a perder mis sueños, me negaba a que ese mundo enfermo me arrebatara las últimas ilusiones y esperanzas que quedaban dentro de mí. Y aunque a la fecha no he recuperado aquella fortaleza trato de no olvidar al menos cuales son mis ideales y guiarme por mis propias convicciones (espero ese sea el primer paso). Así que tal vez necesito ir al país de Oz y pedir al mago un cerebro, corazón, valentía y que me ayude a encontrar el camino en el que se cumplan mis sueños. Ja, ¡cómo si fuera tan fácil!

FELIZ CUMPLEAÑOS A MI.!-!*!°

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PRIMERA LLAMADA... PRIMERA!

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A veces creo que todo es una gran mentira, que toda la vida es una gran estafa, que participo en un tipo de broma en la que todos se coordinan para ponerme en situaciones y ver mi reacción. Que algún día, cuando haya pasado las millones de pruebas a las que se me expone, se levantara el gran telón y todos aplaudirán mi improvisada actuación para confesarme toda la verdad al tiempo que me abrazan y me dan las gracias por haberlos mantenido entretenidos por un rato para darle sentido a algo que de por sí no lo tiene. Y entonces, sólo entonces, diré para mis adentros: “¡Lo sabía!”. (Ha sido una broma muy cruel)


any ideas?

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En cualquier otro momento de mi vida tener un blog hubiera significado un alivio, el lugar perfecto para desahogar todas las ideas que rondan en mi cabeza como celador de cárcel. Pero en estos momentos parece que hubiera un problema con todo el asunto de pensar y con todo el gusto de escribir. Ahora me resulta tan difícil decir unas cuantas palabras, reflexionar sobre lo que pasa. Y no es porque no esté pasando nada, porque vaya que todo se arremolina y se junta para querer salir al mismo tiempo: Lo clínicamente loco en mi casa; la fuerza de voluntad que me falta para regresar a estudiar; proyectos que me acercan más a mi sueño, pero me alejan más de mi y entran en conflicto con mi propia naturaleza: cambiante, dinámica y nómada; amistades que se pretendían para siempre y que en estos momentos están como en puntos suspensivos; ideas locas sobre lo que pienso o no pienso del mundo y sus alrededores (ja), de mí, de todo. ¿Cómo volver a escribir sobre lo que me cuesta tanto trabajo darme cuenta?

Sometimes I feel ...

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… Que por más que lo intente nunca dejaré de serlo [una tonta], que es inútil y hasta estúpido negar la propia naturaleza y luchar contra una corriente que es más grande que yo. Tal vez debería de darme por vencida y esperar el inevitable destino que esta tras de mi cada que he pensado que por fin lo he perdido en este juego entre lo que quiero ser y lo que no puedo dejar de ser.


UN POCO DE HONESTIDAD

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- Sí, claro, eres especial [dicho con sarcasmo y seguido de un blablableo que he decidido olvidar]
Mi respuesta: Jajajajajaja. Miles de risas que no podían denotar más obviamente la burla que me había provocado su comentario.
Sin embargo, pese a la soberbia que pudo demostrar mi reacción, lo que me causo tanta gracia fue el hecho de que llegara a creer que quiero ser única e irrepetible y por tanto especial. (jajaja, aun sigo escuchando risas en mi cabeza).
De hecho, si he de ser honesta, hace mucho que dejé de tratar de ser especial, de ser diferente, de encontrar mi lugar en el mundo al sobresalir del resto. Hace ya tiempo atrás renuncié al deseo incesante de trascender de alguna manera la mortalidad y quedar en la historia, así como de esperar el reconocimiento del mundo. Pero, por incongruente que llegue a parecer, tampoco quiero decir que no me agrade que las personas suelan creerlo, o que no me moleste cuando dejan de hacerlo. (Así es, tengo tintes de egolatría y vanidad)
Como sea, ya no busco ser especial, sólo busco ser yo y vivir con eso… conmigo.

DELIRIOS PARA COMENZAR EL DÍA

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Si por mí fuera, ya no regresaba a la escuela. Si por mí fuera, ni siquiera regresaba a mi casa. Si por mí fuera, escapaba, no a otra ciudad, no a otro país, sino a otro mundo. A otro mundo donde no existieran las fronteras, las divisiones ni los límites. Escaparía a un lugar en el que la libertad se respirara cual oxígeno en el aire y no se tratase de una bonita ilusión vendida por titiriteros a marionetas. En donde los sueños alimentaran tanto como el desayuno de cada mañana la fortaleza del hombre. En donde la honestidad fuera la moneda corriente de cada día. Y en donde el amor impregnase todas y cada una las acciones del hombre. Mmm, si por mí fuera...

09 de Septiembre del 2008 siendo las 03:22 p.m. (pero como si hubiera sido ayer...)

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Un día descubrí que (como a todo ser humano que pisa el planeta Tierra y durante al menos un momento en su vida) había una persona que me atraía más de lo normal. Una persona cuyos movimientos parecían tener más armonía y gracia que los de cualquier otra. Una persona cuyas opiniones aunque no llegaran a ser acertadas o verídicas y basadas en argumentos razonables, al menos sonaban interesantes. Descubrí entonces, que estaba enamorada (?) de ese peculiar ser, de ese chiko al que yo veía ser diferente entre los demás. Sin embargo, mi temor, mi gran temor (como ha sido siempre) era reaccionar de la misma manera en la que lo hacen todas las personas que he conocido enamoradas (y como ya me sucedió alguna vez): volverme una estúpida. Y fue por ese hecho que tome la siguiente decisión ante mis sentimientos: NEGARLO. Sí, esa era la salida, esa debía ser la salida. Nadie nunca lo notaría, ni siquiera yo, mucho menos él. Pero entonces sucedió lo que no esperaba suceder. Me hizo hablar, no de él y de mi secreta atracción hacia él (al menos no hasta ese momento), sino de mi y de lo que pensaba, o bueno parte de lo que pensaba, de lo que creía y de la forma en la que me conducía en el mundo. Conoció a mi yo preferido, a ese que siempre disfruto ser, a ese que nunca me pesa ser y dejar ser en el mundo. A ese que, por ser tan vulnerable a lo que pasa en lo que se ha construido como realidad, escondo en ocasiones (en muchas ocasiones, tal vez). Y de pronto sucedió, me preguntaste que si me gustabas, ¿cómo iba a negarlo? No podía, pero entonces ¿cómo afirmarlo? ¿cuáles eran las palabras para decir lo que sentía y lo que esperaba sin que llegara a sonar contradictorio o ridículo? Lo expliqué, me expliqué, o eso creo. Y pregunté lo mismo de mi para ti. ¿cuál fue tu respuesta? La indicada, al menos la indicada en ese momento para no sentirme presa y caer en el pánico de estar encerrada o bajo las órdenes de un sentimiento que no puedo controlar. Comenzamos a ser uno. Hasta que me di cuenta que la atracción que sentía hasta entonces podía convertirse en otro sentimiento. Y yo podría salir lastimada, otra vez... de nuevo... en el mismo juego. Pero no importó, no me importó, te amaba cada vez que tenía la oportunidad de hacerlo. Te amé, y no esperé que tú me amaras. Si yo lo sentía y me gustaba amarte aunque supiera que no era amada, ¡qué más daba no ser correspondida! ¡ESO ES! ¡Esa es mi respuesta! Te amo por mí, no por ti.

LIFE COMES AND GOES

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¡Me gusta mucho viajar! y es que a veces creo, o más bien compruebo, que viajar me enfrenta a la inevitable tarea de reflexionar sobre lo que hago, sobre el momento de mi vida en el que estoy. Me hace preguntarme de dónde vengo y hacia dónde voy. Se vuelve (irónicamente) tan reconfortante como estresante. Pero las más de las veces es el sitio en el que me encuentro para estar conmigo y sólo conmigo, con mis alegrías y mis frustraciones, con mis sueños y mis desencantos. Todo para después recordar una vez más que la vida es sólo el momento en el que estoy.

ENOUGH IS ENOUGH

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Por fin termina un trimestre mediocre como ningún otro, un trimestre que me dio todas las dudas habidas y por haber para resentir la elección de una carrera que ya no disfruto estudiar y que, por el contrario, estoy harta de pensar. Sin embargo, cuando reflexiono la situación me doy cuenta de que en realidad no se trata de haber hecho una elección incorrecta, sino la limitación a la que me obliga una sociedad que espera mantener a sus individuos felices y tranquilos con muy poco, que no los incita a buscar más, a pensar, a luchar por la autorrealización a través de la curiosidad y el conocimiento, y después a construir una utopía juntos. No, la sociedad en la que vivo es una sociedad reprimida, restringida a más no poder de todo aquello que excita el alma y el espíritu. Después de todo, tal parece que la idea generalizada es: “para qué leer cuando puedo encontrar algo más entretenido en la tele”. Mi problema es querer más de lo que se supone debería tener. No quiero pasar la vida pensando cómo funciona el ser humano en sociedad sin tener que preguntarme por qué existen las estrellas, o cómo es que sucede el milagro de la vida, o incluso me gustaría poder dudar de pronto sobre qué es la virtud o la belleza. Yo sólo quiero seguir soñando y vivir sin ajustarme a doctrinas que esperan explicarlo todo, y que aquello que no pueden explicar terminan por ignorarlo. ¿Cómo ignorar el enigma del mundo, de la naturaleza, del universo y de nosotros mismos? ¿Cómo adaptarme a una sociedad que me hace infeliz y querer salir de todo esto? ¿Cómo pretenden que integre al individuo a la sociedad si yo no creo en ésta sociedad? ¡¿CÓMO?!

USE SUNSCREEN

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just listen...

NUEVO COMIENZO

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Me quedé sin ti y me encontré sola, y estando sola me descubrí libre, tranquila… incluso podría decir que feliz, y ¡viva! Disfrutando más de lo que alguna vez pensé de la vida que sigue sin ti. Y pensar que algún día me aferre a un sueño loco, a un deseo estúpido, a una esperanza sinsentido… a ti. A ti que te pensé sincero, diferente, original… mío.

¿EXCUSAS?

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Nunca me han gustado éste tipo de cosas porque en mi paranoia, creo que alguien en algún futuro lejano o no lejano conspirara en mi contra para hacerme quedar mal de todas las maneras posibles y encontrará en mi “adolescente juventud” la excusa perfecta para convencer al mundo de que puede (y debe) prescindir de mi exigua presencia en el mundo. Así es, y es que ¿cómo confiar en una persona profundamente angustiada por el claro sentido-sinsentido de la realidad? Amm, al menos eso es lo que pienso cuando la egolatría domina mi carácter. En otras ocasiones, por el contrario, llego a creer firmemente que no hay nada interesante o en alguna medida trascendente que pueda compartir con otra persona. De las dos opciones antes mencionadas creo que la segunda es la más factible y acercada a la realidad. De cualquier forma estoy haciendo esto hoy, ahora, y no sé si es en contra de mis principios, porque puedo justificar mis acciones diciendo que sólo quiero dejar salir todos esos pensamientos que se arremolinan en mi cabeza día y noche, noche y día, porque tal vez de esta manera pueda descansar de ellos y… de mi (aunque sea sólo un poco). Y entonces, ¿por qué no intentarlo?